Los dos compositores de rock urbano más sólidos y exitosos en Puebla, Carlos Arellano y Nono Tarado, por fin tocarán juntos, y lo harán en El Breve Espacio, los próximos miércoles de mayo, 13, 20 y 27, a las 20:30 hrs, para celebrar los 478 años de la fundación de la capital poblana.
A los músicos les acompañará el poeta Moisés Ramos Rodríguez, quien leerá poemas de su libro inédito Cantares de la ciudad, dedicados, precisamente a la Angelópolis.
Dos invitadas se sumarán al festejo los tres miércoles de mayo: la artista plástica Rosa Borrás, quien proyectará su visión de la antigua ciudad de los Ánegles, y la poeta María Villatoro.
Con más de 20 años de carrera, premiado como el mejor letrista de rock mexicano, Arellano se ha presentado lo mismo en España (donde roló durante algunos años acompañado de su guitarra únicamente), que en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, donde realizó un trabajo especial con migrantes poblanos.
Carlos Arellano pertenece a una generación a la cual le cantó cuando estaban en los 30 años de edad: “Poco importa/ esa frente que se ensancha/ los riñones que se quejan/ y la greña que se empieza a platear./ Yo diría/ que la edad nos viene guanga/ que los bravos no se dejan/ y que hay mucho por rocanrolear./ Y si sentáramos cabeza/ sería por tanta cerveza/ y sólo un rato nada más”.
Carlos Arellano sorprendió al medio del rocanrol mexicano hace poco más de 20 años cuando presentó su disco Canciones domésticas. Ganó premios como mejor compositor de letras y, sin ser precisamente rupestre, hubo quien lo inscribió en esa corriente encabezada por el extinto Rockdrigo González.
Arellano siguió en plena llegada del disco compacto con la idea de grabar sólo sus composiciones (algunas veces con una pequeña ayuda de sus amigos, como Alejandro Meneses), y así tiene algunos discos más en su haber.
Además de los discos en solitario, Arellano ha grabado con grupos de respaldo en los cuales han militado amigos suyos de Puebla y de la ciudad de México, e incluso de otros lugares. Ha hecho duetos con hombres y mujeres, los cuales ha presentado en la antigua Ciudad de los Ángeles; y no deja de rolar ni de cantar: “Hay de todo:/ arquitectos sin oficio/ exmarxistas liberados/ prófugos de la universidad./ Sibaritas/ periodistas sin permiso/ músicos desvalagados/ necios todos contra la sociedad…”.
Por su parte Nono Tarado, con cerca de 20 años de estar en la música, tiene al menos seis discos grabados, el último de ellos del año 2008, y acaba de regresar de Alemania, donde no sólo estuvo el invierno pasado, también compuso algunas de las canciones del que será su próximo disco.
Tanto Carlos Arellano como Nono Tarado aparecen en el disco Canción popular contemporánea, editado por la Secretaría de Cultura el año pasado, como el número 4 de su “Serie compositores poblanos”: Arellano interpreta “Flores, Flores” en tanto que Nono Tarado canta “Lu”.
Nono se ha sabido conservar en la línea subterránea que le ha caracterizado desde finales de los años 90 del pasado siglo y los primeros de esta centuria: un rock que no da concesiones, se burla de sí mismo y, sobre todo sabe del dolor de vivir en “las perras calles” donde “hay que ir a levantar unos varos… brincando en los buses, del Parral a Amalucan, de Xonaca a San Francisco…”.
Los seis discos de Nono —cuatro de ellos producidos sólo por él y su amigo Boro— han tenido buena acogida no sólo en Puebla, sino en el Distrito Federal y otras ciudades donde el músico, nacido en el barrio de El Tamborcito se presenta frecuentemente.
En cuanto a Moisés Ramos Rodríguez, leerá algunos poemas de su libro inédito Cantares de la ciudad, donde, siguiendo un poco a los poetas decimónonicos pero también a cualquiera que haya nacido en una urbe, canta sobre el inexistente río de San Francisco, hoy entubado, las altas torres de la catedral o las puertas del mercado La Victoria, con un sabor de desencanto, nostalgia y pérdida irreparable, pues la urbe que busca no existe más.
El Breve espacio está ubicado en la Calle 7 Norte número 8, en el Centro Histórico de la capital poblana, donde el precio por ver a los músicos y escuchar al poeta será de únicamente 30 pesos.
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