No me queda de otra que hablar sobre las malas Influenzas

Influenza Porcina, humana, mexicana o hasta el insípido nombre, para no ponerle apellido: H1 N1. Para que vean que no nada más los virus mutan, también sus nombres cuando hay necesidad, como si fuera personaje de novela rusa.

Pero como en todo acontecimiento nacional, los fenómenos alternos, los creativos, aparecen de inmediato, pongamos el ejemplo de la: “cumbia sobre la influenza”, creación de la “agrupación cariño”, quienes compusieron la cumbia en un tiempo récord, pero lo más increíble son las reproducciones que lleva: 465, 115. Pero bueno, también Puebla tuvo su participación, me refiero a los atómicos, creadores de la rola: “la gripa del marrano”, que hasta ayer en la tarde tenía 354,898 visitas. Vaya que si estamos en la época de los fenómenos virales.

Y hablando de lo viral. Resulta que en medio de todo este relajo, se atravesó el inicio de las campañas de los candidatos a diputados federales. Qué tristes campañas. Hasta por ay andan diciendo que muchos están en depresión total pues después de tanto tiempo para conseguir una candidatura, soñándose en medio de las masas echando buenos discursos de su ronco pecho. ¡Despierten, despierten! Ahora, la efectividad de sus campañas será a partir de su manejo de los medios, sobre todo de los electrónicos, tal y como lo hizo Barack Obama, desde luego, por otro tipo de razones. Toda la pasión que se desborda en las campañas la tendrán que cambiar por la exitante sensación de mandar mails al por mayor. No cabe duda que estamos ante el imperio viral.

Por cierto, no pierdan la oportunidad de leer algunas novelas de temporada: El sitio de Ignacio Solares, La Peste de Albert Camus, Diario del año de la Peste de Daniel Defoe, Diario de un mal año de Coetze.

Y fíjense lo que son las cosas, hace algunos de años, en un curso con el Dr. Renato Prada leímos algunas de estas novelas casi como ejemplos de literatura fantástica, por lo menos así se leían en ese momento. Hoy todos los mexicanos podemos hacer otra lectura en el papel, quizá, de protagonistas.