14 noviembre 2008

Polimastia, la escultura Tetánica de Óscar Alarcón


Los textos de Óscar Alarcón me traen gratos y ahora lejanos recuerdos de un grupo de muchachos salvajes, irreverentes, altamente burlones y sobre todo hambrientos de experiencias vivenciales de alto nivel de peligrosidad con el único objetivo de poder llevarlas hacia la literatura.
En específico, podría decir que Polimastia es una colección de cuentos, con algunos referentes bastante conocidos, tanto que hasta roza con la crónica que tenía el sueño de ser escritores con el único que requisito: vivir en una eterna broma. Sin embargo, esas bromas, a veces, han salido demasiadas caras, sin embargo seguimos sonriendo.
Polimastia es un punto de vista del nacimiento del Ultracostuimbrismo, de nuestro Ultracostumbrismo, y sobre todo del Ultracostumbrismo de Óscar Alarcón, en el que hemos gozado, en el que hemos sobrevivido, algunos con la pura vida y otros con la compañía de la literatura. Hasta aquí la parte nostálgica.
La lectura de Polimastia, hace que regrese a la memoria muchas de las imágenes que seguramente recordaré hasta el día en que me muera. Me recuerda los pasillos, los cafés, los prostíbulos, los amigos que bailaban con las gordas, los diálogos que bien podrían ser antologados en la lista del surrealismo. La misma imagen de Polimastia, repleta de Tetas, de donde puede salir la energía, el mal, el alimento, la locura, el agua de horchata, las historias y la memoria de los Ultracostumbristas. Puedo imaginar a cada uno de los Ultracostumbristas pegados a una Teta como infantes terribles queriendo mamar todo lo posible de la vida.
Esa es la visión de Óscar Alarcón, editor, humorista, profesor y antes en un pasado no tan alejado buen bebedor, fumador y bailarín; hoy ya está convertido en escritor, entrañable explorador de las Ultracostumbres de esta ciudad.
Su voz como narrador, realmente me sorprende, es una voz que tiene por característica el margen, pero no en la versión snobista y plácida de los jóvenes alternativos. Con sus ropitas ecológicas, y sus dietas verdes, nada que ver con su Contracultura Light de amplio mercado. Alarcón es una voz de furia, muchísima furia contra todo lo que le lastima, lo que se observa, lo que para él es falso. Es un auténtico marginado, acostumbrado a vivir a la contra. Yo nada más me pregunto: ¿Cómo reaccionaría algún sujeto inscrito en las izquierdas al leer el texto donde el protagonista asesina, ni más ni menos que al Subcomandante Marcos? Además, sin alguna razón política, tan sólo la rabia, tal y como se plantea en el cuento: Desdoble.
Con la lectura de Polimastia he reconocido aspectos del Ultracostumbrismo, que casi diez años después me sorprenden: No somos tan festivos como creemos. Atrás de la carcajada que se traga el mundo está una inmensa tristeza, la tristeza que nos va arrinconando en el tiempo.
Agradezco a Óscar Alarcón el haberme invitado a presentar su libro, por su amistad y por todos los proyectos que hemos llevado a cabo, pero sobre todo, por su lentitud en la escritura, su cocina lenta que nos dejó en Polimastia un exquisito taco.

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