20 abril 2011

Posdata del segundo día Anarquista.


Ayer se me olvidó contarles que como buen anarquista decidí no retirar mis libros de las librerías (bueno, en realidad sólo estaban en un par) y buscar nuevos puntos de venta. Hace unos meses llevé Tus zapatillas suenan a sexo a una sex shop que de inmediato vendió dos ejemplares. Por hueva no había regresado, pero con mi ánimo anarquista ayer salí de gira con mi cuate el Churro a todas las Sex´s de la ciudad. En realidad, sólo fuimos a tres, porque al parecer dos marcas tienen acaparado el mercado. En la primera nos dijeron que teníamos que hablar con la gerenta para que pudiéramos explicarle el producto porque los que estaban en los mostradores su mero mole eran los juguetes. En la segunda nos recibieron tres ejemplares que espero que en este momento ya se hayan vendido (¡Tengo una deuda de $10,000!). Y por último fuimos a una que había visto hace algunos años que se encuentra en la 2 Ote en el centro de la Ciudad. El Churro se bajó como Duque de Hazzard mientras yo daba una vuelta en busca de un lugar a dónde estacionarme que desde luego no encontré, en el centro podrás encontrar cualquier cosa menos un lugar para estacionarte. Así que di la vuelta y el Churro ya estaba ahí, muy sonriente y con un cigarro en la boca. Lo primero que pensé es que por fin alguien había comprado los libros por adelantado, pero no, nada de eso, el Churro llevaba los ejemplares con él. Cuando se subió sólo me dijo:
-Creo que ya tiene tiempo que la Sex Shop ha dejado de funcionar.
-¿Y ahora qué es? - le pregunté preocupado por la industria del sexo.
-Ahora ya tienen chicas, y no están tan mal.
Regresé a mi casa con el paquete de libros intacto. Creo que tendré que buscar mejores tiempos para vender mis libros. Aunque si les hubiera dejado unos ejemplares a las chicas, seguro que se venden más que en cualquier librería.

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