09 noviembre 2009

En el viaje





Desde hace un par de semanas he tenido ganas de salir de la ciudad sin que me importe el destino. Este fin de semana sin querer tuve la oportunidad de ir a dos pueblos muy cercanos pero que son parte importante de la cosmovisión ultracostumbrista.
El sábado tuve la infortuna de volver a Temascoelchango (léase: Tecamachalco). Fui con Mayra. No era un viaje de placer aunque terminó siéndolo, imagínense: ¡Tuve la oportunidad de conocer al mismísmo Biutre un músico local que anda estrenando un trailer para llevar su "equipito", por cierto, a lo lejos se puede ver la imagen del muchacho muy bañadito y con sombrero texano; es más, hasta me subí a su chevy (el cual sólo arrarancaba mediante empujones)
Ahora Tecamachalco no me pareció tan jodido como lo había notado hace unos años atrás, ni siquiera pude captar el olor a huevo que me había hecho vomitar la camisa de mi examigo Roberto.
Y el domingo tampoco cantó malas rancheras. Ya ven que luego me dan mis ataques de amor a la familia, así que se me ocurrió acompañar a mis papás a Cuautlanzingo ¿a qué? Creo que un amigo de mi papá colgó los tennis, un hombre ya grande y que para acabrla de amolar hace quince días se había muerto su esposa. La familia fue muy amable, de inmediato nos dió un plato con dos tamales, una oreja y café. Yo sólo me comí la oreja y lo demás mi mamá loguardó en una bolsa negra donde guardó los dos tamales de mi papá y los de ella también. El cuerpo lo sacaron entre toda la familia y caminamos hacia la iglesia. Ahí sí no entré, preferí ojear una revista que me había regalado hace tiempo el Churro. Y ahí fue donde encontré estos videos que están de lujo. Este fin de semana en lugar de salir de viaje me quedaré grabando algún video de terror en mi casa. ¿Alguien quiere ser mi protagonista?

1 comentario:

Lalalala dijo...

"Cuatlanzingo" se escribe con C