28 mayo 2010

Abur Gabriel Vargas


Muchas noticias destacables en esta semana: La entrega de la condecoración a Carlos Fuentes por parte del Alcalde de París, la declaración de Joserra: “El tri” es el desastre del país, y bueno, lo que no nos aclaró Joserra es a qué tri se refiere… estamos seguros de que los dos son un desastre. Muchos premios esta semana: el anuncio del premio príncipe de Asturias a Alain Touraine, quien estuvo en el salón barroco de esta universidad recientemente y… bueno, no por uno sea parte de ese equipo, pero hay que decirlo: La revista Marvin gana como la mejor publicación con contenido musical en el Indi Music Award.
            Sin embargo el gran acontecimiento fue la muerte de Gabriel Vargas, creador de la Familia Burrón, la serie de monos más emblemática de México. Un tiempo antes de que muriera, Don Gabriel le dijo a sus familiares: "Me muero, me incineran y nada de que me lleven al Palacio de Bellas Artes que ya le hace la competencia a Gayosso".
En entrevista con el diario la jornada, los familiares declararon que: no se acercó a los deudos de Vargas ninguna autoridad del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) ni del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para proponerles algún tipo de homenaje a quien es considerado uno de los caricaturistas mexicanos más relevantes del siglo XX.
Tampoco asistieron a los servicios funerarios ninguna de las autoridades culturales del país. Pero no es un asunto que incomode a la familia de don Gabriel Vargas, pues él siempre decía "que trabajaba para los mexicanos y al parecer los mexicanos no son las autoridades; el maestro no necesitaba de eso, no quería ni velorio", señala Guadalupe López Zavala.
Como toda buena obra, debe tener sus buenos críticos. Y uno de ellos, es nuestro querido amigo Bernardo Fernández, mejor conocido como BEF, quien declaró hace un par de días en su blog: “Adorado por Carlos Monsiváis y prácticamente todos los estudiosos de la historieta mexicana. Precursor, estoy seguro, del humor presuntamente arrabalero de Roberto Gómez Bolaños (ambos veían al jodidaje con un cariñoso desdén). Mi relación con su obra siempre fue distante. De niño a veces me compraban algún cómic de los Burrón. Recuerdo haberlos observado antes de aprender a leer. Pero nunca me gustó. Siempre me pareció que se trataba de un dibujo muy pobre, de una narrativa torpísima. Nunca he podido acabar de leer un episodio completo. No me lo tomen a mal. Simplemente me molesta que cada vez que digo que hago cómics me pregunten "¿Como la familia Burrón?" Es como si a los Tacubos les preguntaran si su música se parece a la de Consuelito Velázquez. Sí, algo. Pero no desciende directamente de ahí. Hay cincuenta años de historia en medio. Siempre me pareció La familia Burrón una historieta sobrevalorada. Contrapuesta al olvido mezquino en el que se tiene a Los Supersabios, ese sí un cómic de gran calidad gráfica y narrativa, muy superior, como historieta, a la obra de Vargas.”
Pero también hay quien sí lo valora. Uno de ellos es Germán Dehesa: “Gabriel Vargas fue mi primer maestro en este difícil arte de contemplar a los mexicanos con mirada, a la vez, sarcástica y compasiva. Quizá esto no le ocurra a los que llegan a leerlo desamorados de México. Ellos sabrán y tendrán sus razones (y sinrazones) para evitar a los Burrón, aunque yo opino que están locos o son unos snob perdidos. Alguna vez tendremos los mexicanos que entender que acercarse a la cultura es enormemente divertido. Si por ahí comenzáramos, comprenderíamos la enorme pérdida que significa para México la muerte de Don Gabriel Vargas.
La muerte de un autor, siempre representa una oportunidad para volver a ellos y revalorar.

1 comentario:

Manuel dijo...

Efectivamente, yo recuerdo con mucho gusto los supersabios, me marcaron.
Descanse en paz Gabriel Vargas