No voy a contar la verdadera razón por la que me empeciné en armar una fiesta para nuestra querida revista. Pero de lo que estoy completamente seguro es que me arrepiento de haberme tardado tanto en organizar algo así. El equipo de la Señorita lleva alrededor de seis años (con un breve paréntesis de seis meses) editando y editando cuanto material nos cae en las manos. Quizá no seamos los mejores o los que tengamos más tradición, pero la verdad es que sí me siento muy orgulloso de los resultados que hasta el momento se han dado. Hemos podido crear amistades con protagonistas de la cultura en México y desde esta modesta trinchera hemos colaborado con nuestro punto de vista. Creo que mucha gente se da cuenta de esto.
La fiesta de seis meses me ayudó a calibrar la simpatía con la que cuenta la revista; en verdad creo que apenas iniciará su historia. Llevo 48 horas pensado en todo lo que la revista podría ofrecer; desde luego no es el momento de hacerlo público. Tengamos paciencia.
Si bien la fiesta no fue un éxito rotundo tampoco nos podemos quejar. Se vendió el 80% de los boletos y no fue precisamente una fiesta de amigos. De hecho muchos de los amigos brillaron por su ausencia. Allá ellos. La gente que se dio cita sabía a lo que iba, al banquete Meziano. Quizá a muchos les sacó de onda que una revista tan desmadrosa como la Señorita haya invitado al buen Arturo Meza; pero no su presencia no fue gratuita. Para los que lo conocen sabes que Meza representa una de las propuestas más interesantes dentro del rock nacional tanto por su calidad como por la actitud con la que enfrenta al mundo, siempre de manera independiente, fuera de las marcas, de los sellos y de la atmósfera de alfombra roja. Cerca de 30 discos y diez libros hablan de lo que es la trayectoria de Meza.
A pesar de los tiempos sombríos en los que estamos metidos el viernes 19 de junio fue un día de lecciones imborrables. Me sorprende que cuates como José Luis Escalera, Arturo Meza y el DJ Flo se hayan entregado de esa manera a un proyecto que desconocían y que nos echaran la mano de manera tan desinteresada. Neta, con todo el corazón les doy las gracias. Ahora es momento de que la Señorita T haga de las suyas y responda a todas esas muestras de solidaridad. Por ellos y por nosotros inicia la escritura de una historia.
Gracias a todos.
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