Ayer por la noche en el patio de Profética se llevó a cabo la presentación de la más reciente novela de Daniel Sada, Casi nunca, ganadora del premio Herralde 2008. Cabe destacar que la imagen de la portada es una maravilla, obra de Arturo Rivera, y la foto en el interior de mi amigo Pascual Borcelli Iglesias.
La presentación respondió a los nuevos formatos sociales, es decir, nos olvidamos de los clásicos presentadores que se echan de su ronco pecho el punto de vista, y cuando hay hasta poemas en el aire compuestos. Carlos Ríos fue el encargado de guiar una especie de entrevista al autor sobre algunos fragmentos de la novela. Ejercicio que no me molestó, para nada, creo que es un buen antídoto a las malas lecturas, y al silencio de los espectadores.
El diálogo con Sada nos sirvió para tomar notas sobre su idea de novela, como él mismo lo afirma, es altamente arriesgada. Al contrario de la ola de novela que se está dando en México, Sada no pretende dar una imagen de erudito: ¡tremendo golpe!, creo que hasta escucho un ¡Crack! Tampoco le importan las referencias ramplonas y enciclopédicas en donde difícilmente se encuentra el rastro humano del autor, lo que sus personajes sientes. A Daniel Sada le interesa, sobre todas las cosas, los personajes, el desarrollo dramático y el narrador que es capaz de asombrar al lector con su ojo de niño.
La presentación se puso sabrosa cuando alguien, una voz en el desierto comenzó a hacer referencias, para nada eruditas y sí bastante trilladonas: ¿Cómo se plantea el nuevo sexo desde la posmodernidad? No sé si realmente fue así la pregunta, debo de confesarlo, pero, como dice el viejo dicho: la idea era esa. De sobra está decir que a Daniel le molestó un poco la pregunta, respondiendo que el sexo era sexo desde el inicio de la historia; sin embargo, aprovechó el lapsus para hablar sobre los personajes tragicómicos. Paren oreja: son aquellos a los que le son ajenos los ideales, los que luchan toda su vida por llegar a alguna parte a obtener algo, llamémosle objetivo, sin certezas, desilusionado, desde luego, son personajes no arquetípicos, en pocas palabras: eternos luchadores insatisfechos. Si algún radio que nos esté escuchando se identifica, que sería muy raro, pero en dado caso, le recomiendo la lectura de esta novela, al Historia de Demetrio Sordo, ingeniero agrónomo, metido en un rancho de Oaxaca, en los años 50´s que pronuncia al inicio de la novela palabras mágicas: el sexo dará sentido a su vida y a partir de ahí inicia
El torrente verbal, el torrente erótico y el humor de uno de los autores que más me han soprendido.
(Columna para Movimiento Perpetuo: Todos los viernes a las 10: 20 am por radio BUAP 96.9 FM)
5 comentarios:
Hay que acotar que la foto que aparece en este post es de Isaí Moreno.
Saludos y un abrazo, puesn...
Jaime
Gracias por este texto al que llegué buscando reseñas del libro de Sadamás reciente, al que aludes aquí. Un gusto descubrir tu espacio.
Saludos...
Gracias por este texto al que llegué buscando reseñas del libro de Sada más reciente, al que aludes aquí. Un gusto descubrir tu espacio.
Saludos...
Hola,
Me alegra que te haya gustado la presentación del libro de Daniel...
saludos desde Argentina,
Carlos Ríos
A Daniel le gusta hablar de lo tragicómico, trágico y melodrámatico... es muy bueno para explicar... (bueno aquí uno puede decir cualquier tontería, creo que sólo quería comentar)
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