Quién iba a decir; caray. En el mismo lugar donde hace cinco años fueron recibidos como visitantes distingudios ahora son betados por las autoridades.
El sábado 29 de noviembre de 2008, los Ultracostumbristas Ricardo Cartas, Óscar Alarcón y Rodrigo Durana llegaron a la ciudad de Papantla para hace su presetación Guajolotera. Sin embargo, algo comenzaba a estar medio mal. Empezamos por la barrda de Rodrgo Durana que se descompuso en el camino. Después se supone que el clima iba a estar efactado por un Norte ¿sopresa? mucho calor. Después de 7 horas de viaje los Ultras llegaron al lugar con mucha hambre. En el hotel se encontraron con su amigo Efigenio Morales, quien fue el contacto para que los Ultras se presentaran en el lugar.
El grito de ¡tenemos hambre! Don Efi fue confundido por un ¡tenemos sed!, así que sus pasos nos guiaron hacia un bar ya conocido que lleva por nombre: ¡El buque con más fuerza! Bueno, después de unas cinco cervezas por fin comieron. Los ultras no estaban al 100%, el viaje los había bajoneado. Pero bueno, como profesionales estuvieron en punto de las 7 de la noche en el lugar que a la mera hora fue cambiado: Estaremos en el zócalo, ¡guau, junto los con los ballets folklóricos" Tuvieron que esperar alrededor de 2 horas viendo a los adolescentes "amante de sus tradiciones". Bueno, el gordo que le hacía de presentador, que además de aventaba el perro a uno de los Ultras, comenzó la presentación de los escritores. Todo iba bien, la gente comenzaba a reir con los cuentos de Alarcón, después Rodrigo Durana, y cuando estaba apenas tomando vuelo ricardo Cartas el imbécil que dirige la casa de la Cultura de Papantla con pinta de vendedor de nieves interrumpió la lectura del Cartas; éste cerró el libro y agradeció al público, de inmediato se bajó de la tarima ante la mirada incrédula de organizadores y público. Atrás de él salieron Óscar Alarcón y Rodrigo Durana. Las señoras intentaron hacer la entrega de los reconocimientos de los Ultras, pero sólo encontraron negativas. Ricardo Cartas terminó el evento diciendoles: Nosotros no necesitamos esas cosas.
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